Me dijeron que contigo todo es perfecto, el agua no moja, el fuego no arde y el frío no duele en los huesos.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Tener como razón de vivir cada segundo el saber que seguramente una vez después que vayas a la cama, despiertes en el día que despiertes, veras a esa persona al menos un momento. Que sea lunes, martes, miércoles... o el día que fuera, va a valer la pena gracias a la presencia de quien se encarga de enamorarte todos los días.
Te preparas demasiado y esperas con ansias el instante supuesto del encuentro. Y una vez llegado lo que esperas, dedicas la sonrisa más grande e importante de tu día, te pierdes en ti mismo pensando en lo hermoso que se ve y sorprendido con su belleza aun más que el día anterior. Te enamoras una vez más de la misma persona con la única diferencia de que esta vez estas más enamorado que nunca, y allí mismo, pierdes todas las dudas sobre que el día siguiente sucederá que lo amarás más y más... así por el resto de los días. Vas a dormir cada noche pensando en que queda una noche menos por dormir sólo, soñando con el día en que la compañía perfecta de tu amor llegue a tu cama.
Cerrar los ojos pensando en soñarlo, esperando no pasar la noche tan solo. 
En el momento del día en que vas a despedirlo, pensar en que ya lo extrañas, desear que el tiempo sin verlo se pase muy rápido, irte de su lado planeando cada detalle del reencuentro.

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~ Opiñones Flasheras ~