Las lágrimas que más duelen, son las que nunca se lloran.
Déjame ser un pedacito de tu mundo, aunque parezca absurdo, te haré muy feliz.
Me dijeron que contigo todo es perfecto, el agua no moja, el fuego no arde y el frío no duele en los huesos.
miércoles, 5 de febrero de 2014
Antes de irte regálame un beso, un abrazo, una mirada, otro segundo en tu paraíso, y luego... sólo regálame tu tiempo, el resto de tu vida para vivir contigo. (Simplemente, no te vayas).