Me dijeron que contigo todo es perfecto, el agua no moja, el fuego no arde y el frío no duele en los huesos.

miércoles, 6 de julio de 2011

~No sé si estoy mejor, ni se si estoy peor.. sólo sé cuánto lo disfruté y cuanto me dolió por momentos. 
Nunca conocí dolor más grande que el que quedó en mi alma aquel día que todo terminó, pero tampoco antes habría conocido algo más placentero que vivir a tu lado.
Lo intentamos, pero la vida no nos quiso dar un sol.. y hoy aquí estamos, cada uno por su lado, arrinconados en una habitación recordando viejos momentos de los que ya nada queda.
Sólo imágenes de horas que congelamos hay, de esas que el fuego quema y el agua destruye, esas impresas en papel.
Hermosa fue la vida que tuvimos, donde los dos éramos uno... donde nuestros cuerpos encontraban unión al final de nuestros brazos.
Ya no más juntas nuestras huellas, miro a mi izquierda y volteo a la derecha, pero ya nada hay.
No más dientes blancos en exposición total, ahora sólo sonreímos la mitad y sólo cuando recordamos.
Ya nada queda, y no se si fue falta de compromiso, fue falta de responsabilidad, falta de sinceridad, tampoco sé si fue falta de paciencia o de oportunidad... pero si de algo estoy segura, No fue falta de amor.
Ya no duele, ya no va a doler, pero dolió y yo algún día te amé...
Hoy creo estar estable, no sé si estaré mal o bien. Cuanto te recuerdo, toda la vida lo haré...
Siempre voy a estar segura de lo que sentí, no sé si volverás a mi vida, tampoco me importa saberlo.
Te luché, te fui totalmente fiel, te amé, te esperé... si algo no funcionó, al menos me hace bien pensar que no fue mi culpa. Fue la vida quien nos separó y aunque hoy no sepa por qué, algún día voy a encontrar una razón que lo explique todo, ella me la va dar.
Nos vemos o tal vez ya no al final del camino, hasta pronto o hasta siempre dulce amor~

sábado, 2 de julio de 2011

Último abrazo... TE AMÉ ABUELO ♥

Y fue en aquel instante, en el que tú me abrazabas, que comprendí que algo era diferente. 
Sonreías y demostrabas felicidad como siempre lo habías hecho, pero no sé bien por qué esa vez nada creí, tenía un presentimiento de algo estaba mal. No quería soltarte, pero tampoco podía retenerte, sólo tuve que pensar por un momento que volverías con otro abrazo como de costumbre.
Y no volviste, no volvieron tu abrazos, ni volvió tu sonrisa. Sólo me quedan recuerdos de los que vivo y fotos que de a poco que ponen amarillas. Pero ya no más contacto directo tu cuerpo con el mío, ahora todo lo vivo en imagenes que no logran ser tan perfectas por más que te dibujen excelentemente bien. Aquél fue nuestro último abrazo y hoy más que nunca estoy segura de que aquél día no me equivoqué.